domingo, 26 de septiembre de 2010

Jornada de la Conferencia Internacional en Argel. El derecho de los pueblos a la resitencia

TEXTO LEIDO EN ARGEL POR ROBERTO MESA

INTRODUCCIÓN / PRESENTACIÓN

Saludos compañeros y compañeras,

Mi nombre es Roberto Mesa, y me gustaría, antes de nada, agradecer al Frente Polisario y al Comité Nacional Argelino de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, su invitación a participar en estas Conferencias Internacionales.

Soy miembro de la Plataforma Saharacciones. Fui uno de los catorce españoles que a finales del mes de agosto se manifestaron en el Aaiún ocupado. Y bueno, quería aprovechar esta oportunidad para dar a conocer de primera mano qué ocurrió allí, cuáles fueron y son nuestras intenciones y al mismo tiempo acercarles a este nuevo movimiento de desobediencia civil pacífica que proponemos al resto de la población no saharaui.

MOTIVACIONES

El grupo Saharacciones lo formamos personas en su mayoría de Canarias, de diferentes edades y trayectorias, que nos unimos con la intención de crear un nuevo movimiento de población civil internacional, que frente a la fuerte gravedad de la realidad del pueblo saharaui, tomara determinaciones y acciones igualmente fuertes y presionar así a los gobiernos de Marruecos, España, Francia, Estados Unidos, Unión Europea, Naciones Unidas; así como a la Comunidad Internacional en general.

Queríamos gritar a los cuatro vientos que el Referéndum de Autodeterminación del Pueblo Saharaui se está postergando continuamente debido a intereses económicos y estratégicos de los gobiernos citados; que expolian la tierra saharaui impunemente y en su propio beneficio. Todo esto a costa de sumar al genocidio de este pueblo, nuevas víctimas cada día, cada mes, cada año… hasta llegar a las casi dos décadas, en que la ONU y la Comunidad Internacional siguen jugando a la ninguna voluntad de acuerdo o de avance por parte del reino de Marruecos y sus aliados.

Pues bien, con la convicción de que esto no va a cambiar por sí solo ni por parte de los gobernantes, a menos que la presión de los pueblos hermanos, ejerza su influencia; nos lanzamos a realizar, teniendo como ejemplo a nuestras hermanas y hermanos saharauis en su lucha y manifestaciones pacíficas, la primera manifestación de extranjeros prosaharauis en la capital ocupada del Sáhara Occidental.

Quisimos desde un primer momento que se tratara de una acción planificada, política y pacífica; que contribuyera a romper el cerco mediático y hacer presión suficiente a los gobiernos y entidades responsables. Queríamos demostrar al reino de Marruecos, que los y las saharauis no están solos en sus justas reivindicaciones y que cuentan con el apoyo incondicional del pueblo español y en particular, con el del pueblo canario. Así, tras la preparación del grupo durante cerca de cinco meses nos lanzamos al Aaiún.

ACCIÓN

El grupo Saharacciones era consciente en todo momento de que no nos iba a resultar fácil, que las dificultades eran innumerables, y que las consecuencias, cuanto menos, podían ser serias y graves. Ya desde nuestra entrada y separados en cuatro grupos, fuimos perseguidos, escuchados por micrófonos en los hoteles, pincharon algunos de nuestros teléfonos móviles y nos seguían persistentemente a todas partes; tal cual ocurre allí diariamente.

Pudimos así sentir desde un primer momento que nos acercábamos fugazmente a esa opresión, a ese estado de máxima vulnerabilidad que sienten las saharauis y los saharauis en su propia tierra desde hace 35 años.

El sábado 28 de Agosto, minutos antes de las 18.30, hora en que se desarrolló la acción, me asomé desde la ventana del hotel en el que me hospedaba, para observar el estado de la cafetería Ibiza, donde habíamos acordado concentrarnos. Para nuestro nerviosismo, ya había un enorme despliegue policial en la zona, esperándonos. Hay que tener en cuenta el dato de que en el Aaiún parece ser que hay unos 7.000 policías de paisano.

Sólo siete de los catorce activistas llegamos a la hora convenida, más tarde se pudieron manifestar otros cuatro; y los tres restantes fueron gravemente increpados, y se tuvieron que dirigir al hotel.

En nuestras reuniones, donde pretendíamos tener en cuenta todo lo que nos podía ocurrir, por supuesto contábamos con agresiones tan usuales en su proceder; pero nunca imaginábamos que una masa de gente, alrededor de unos 100 hombres, nos estarían esperando y se abalanzarían sobre nuestro grupo con tal brutalidad, sin miramientos de ningún tipo: edad, condición o nacionalidad.

Pudimos comprobar que nuestros agresores eran personas entrenadas para violar, maltratar, torturar, interrogar, perseguir, hacer desaparecer, robar y esquilmar a quien se opusiese a sus tesis y por encima de todo trato humano. Nos humillaron, vejaron, empujaron, arrastraron por el suelo, escupieron, golpearon a mano abierta y puño, nos dieron patadas, codazos; mientras otros se dedicaban a enarbolar sus banderas marroquíes, a grabarnos y fotografiarnos.

Identificamos claramente a nuestros agresores como policías de paisano, entre otras cosas porque algunos de ellos los encontramos posteriormente en comisaría e igualmente sin uniforme.

COMISARÍA Y CASA DE ESPAÑA

En comisaría pasamos alrededor de ocho horas. Aunque estábamos detenidas, no se nos notificó de ninguna manera. Incautaron nuestros móviles, no nos dejaron hacer llamadas, no contamos con la protección consular que demandamos, ni abogados. A algunos de nuestros compañeros los interrogaron duramente durante horas. A mi compañera Carmen y a mí, se nos trasladó al hospital porque estábamos más afectados. Nos realizaron pruebas, y los médicos nos entregaron unas recetas que la policía nos arrebató. En ese hospital, fuimos testigos de que la población saharaui estaba en las calles, apoyándonos y luchando desde otros barrios por la misma causa; porque desde diferentes lugares fueron llegando varias mujeres heridas de gravedad, sangrando por la espalda, el rostro desfigurado

Sin darnos alternativa y temiendo por nuestra propia seguridad, se nos condujo por parejas a la Casa de España, donde permanecimos bajo arresto domiciliario y sin ningún tipo de protección hasta el día siguiente alrededor de las cinco de la tarde. En ningún momento, ningún representante legítimo del consulado o embajada española se puso en contacto con nosotras ni se preocupó por nuestra situación. Tampoco lo hizo el gobierno español. Fueron momentos muy tensos, momentos muy duros para todas nosotras, sin saber qué es lo que iba a pasar entre tanto malos tratos, torturas y falta de información, ¡fue un verdadero martirio psicológico!).

CONCLUSIONES

Desde nuestra entrada a El Aaiún y hasta que salimos, sufrimos constantemente la vulneración de derechos humanos básicos como: la inseguridad siempre presente; tortura, trato cruel e inhumano y degradante; detención arbitraria; se nos coartó nuestra libertad de expresión, pensamiento, opinión, difusión de información y reunión pacífica; sufrimos hostigamiento basado en una estrecha vigilancia, amenazas y agresiones por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes. Y posteriormente sufrimos ataques a nuestra reputación y se violó nuestro derecho a la presunción de inocencia.

(……………………..)

DE TODO ESTO, LO REALMENTE GRAVE, IMPACTANTE, INAUDITO; NO ES LO QUE NOS OCURRIÓ; SINO QUE TODAS ESTAS VULNERACIONES, ESTE ESTADO DE TERROR, INDEFENSIÓN, DE VACÍO LEGAL Y JURÍDICO ES EL DÍA A DÍA DE UN PUEBLO QUE VIVIENDO EN SU PROPIA TIERRA, TIENE QUE SUFRIR A CONSECUENCIA DE INTERESES ECONÓMICOS Y ESTRATÉGICOS QUE POSTERGUEN ILIMITADAMENTE, SU LEGÍTIMO DERECHO A AUTODETERMINARSE MEDIANTE UN REFERÉNDUM.

Afortunadamente, nuestra acción tuvo una gran repercusión mediática, a nivel mundial. Nuestro caso fue portada, al menos durante unos días, en casi todos los medios de comunicación, televisión, radio y prensa a nivel internacional; permitiéndonos una gran difusión de la causa saharaui. Sin embargo, nosotros en todo momento hemos insistido en la importancia de que esta repercusión mediática continúe, pero para mirar, vigilar y hacernos eco de lo que ocurre a nuestros vecinos saharauis.

Debemos responsabilizarnos de las deudas históricas que la comunidad internacional, la ONU y especialmente España, no han cumplido en el proceso incompleto de descolonización.

No debemos permitir que intereses económicos de nuestros gobiernos, pasen por encima de nuestras exigencias y de la vida de ninguna persona.

No cedamos ante el gobierno francés que veta la vigilancia de los derechos humanos en los territorios ocupados, tiñendo sus manos con la sangre diaria de los y las saharauis.

Exijamos un plazo para el referéndum; esta indefinición en el tiempo, para supuestamente garantizar la “perfecta celebración” del referéndum, es la mayor contradicción cometida por la ONU puesto que CARGA A SUS ESPALDAS CON EL GENOCIDIO DEL PUEBLO SAHARAUI.

Desde Saharacciones les agradecemos su atención e interés y les invitamos a que hagan propio el nombre de Saharacciones, realicen acciones populares y pacíficas, que molesten a los gobiernos que no nos están representando; les animamos a que desarrollen acciones de desobediencia civil pacífica por todo el territorio saharaui, español, europeo; y por qué no mundial; para que esto acabe de una vez por todas. Y es que no vemos otra manera. Los gobiernos no cambiarán su postura a menos que sean los pueblos en lucha, quienes no les dejen más salida.

¡SÁHARA LIBREEEE!!!!!!!!!

PREGUNTAS Y DESPEDIDA